Conocer una serie de pasos para la práctica diaria de Mindfulness te puede acercar a este estilo de vida en el que te sentirás más conectado contigo mismo y con tu vida.
Aún hay quienes piensan que solo consiste en la práctica formal, digamos en meditar; pero la práctica informal es la que podemos llevar a nuestro día a día e ir asimilando una forma de estar y ser más mindful; re-enfocando nuestra atención y empoderando, en cierta forma, nuestra vida.
- Por la mañana, al despertar y siempre que te des cuenta vuelve a tu respiración o a tu cuerpo o a escuchar lo que te envuelve. Esto te conecta con el presente de manera inmediata. También puede observar lo que piensas o sientes en ese momento y verlo, cuando dejes de pensar eso, pues lo siguiente. Te estás atendiendo, sin pretender decirle a tu mente lo debes o no pensar o hacer.Así nos daremos cuenta de esa locura de mente que nos cuenta tantas historias contradictorias. Cómo nos hablamos a nosotros mismos.
- Haz algún movimiento consciente, postura de yoga, estiramiento…y atiende a lo que haces mientras lo haces. La mente se irá pero la vuelves a traer al momento.
- Conecta con la Naturaleza siempre que puedas, aunque sea en la plaza del pueblo o en un parque junto a los árboles. Esto nos trae a ese momento rápidamente porque algo en nuestro interior nos dice que somos parte de todo eso.
- Cuando aparezca una emoción, mírala igualmente, siéntela…todo tiene un pico y luego disminuye y aunque vuelva, la reconoces y sigues con tu vida. Las vemos y no reaccionamos de forma desproporcionada, ya no somos o estamos tan reactivos a lo que nos sucede. Las gestionamos de forma más adecuada. Las etiquetas no son más que creencias. Intenta dejar de ponerlas a todo. Disminuir el afecto negativo, aumentar el bienestar psicológico, conocernos y cuidarnos y tener un sentido en la vida aunque sea vivirla plenamente.
- Después atiende a dónde quieres ir y ve hacia ello paso a paso. El miedo estará ahí, pero aún así, iremos.
- Piensa que lo que a ti te funciona puede que a otros no o viceversa. Ninguna técnica o práctica lo soluciona todo. La vida es tuya y la tienes que vivir. A las emociones y los pensamientos les ponemos las etiquetas de buenos o malos nosotros, es mental. Hay que vivirlas tanto unas como otras porque están ahí, están siendo, y qué absurdo es pretender que no sea así. No puedo tener ira o enfadarme porque practico Mindfulness y además soy espiritual. Eso no es más que ego y ego. Historias. Claro que puedes.
- Aceptar y agradecer. Que no implica resignarse. Para mí resignarse conlleva el papel de víctima que piensa que no puede hacer nada para cambiar la situación. Las cosas le suceden a ella. Aceptar te da el impulso porque ves lo que te sucede y aun así intentas dar pasos que te acerquen a donde quieres llegar. Aceptar es conocerte y no huir. Es vivir con lo que va llegando y seguir tu camino. Saborear lo que nos pasa aunque sea sencillo. Tomar un café con una amiga por ejemplo. Cada vez seremos mas sensibles a atender lo positivo.
- Llevar un diario. Como si fuera un amigo al que le contamos todo sin filtros. De esta forma nuestra mirada interna se plasma en un papel y lo atiendes.
- Medita. Cinco minutos, diez, 20…busca un espacio para conectar contigo.
- Olvídate del empeño o de la idea de ser feliz. Creo que esto crea mucha frustración. Vive la vida con lo que te vaya trayendo y atento a ello. Si no vives tanto en tu cabeza o más en el presente verás lo ricos que en realidad somos.
- Dejar ir lo que piensas de ti mismo. Porque va cambiando continuamente y lo que piensas ahora en un rato puede pasar algo que te hace pensar lo contrario. De pronto te dices a ti misma: lo he conseguido soy una crack y diez minutos después algo te afecta y piensas que no vales nada y que eres una fracasada. Y a eso le llamamos Yo soy así. ¿Así cómo? Somos todo eso…lo vemos y hasta nos podemos reír de ello. Deja de culpabilizarte por lo que has hecho o dejado de hacer.
Rafaela Carmona
MundoMindful

El poder de la atención. Descarga nuestra Guía Gratis
